Posteado por: José Carlos Serrano Vargas | abril 1, 2010

LA INFORMACIÓN FAMILIAR

Hace unos días, fui a visitar a un amigo que vive en una casa grande y bonita, pero en una colonia conflictiva. Mientras platicábamos sobre algunos intérpretes musicales y escuchábamos música, su esposa salió al jardín para darle de comer a los perros, ya que estaban muy inquietos. Cuando se asomó hacia la calle, descubrió que su vecino de enfrente forcejeaba con seis individuos que lo golpeaban para quitarle su automóvil.

Salimos para ver en que podíamos ayudar al vecino, quien yacía en el suelo debido a un empujón que lo derrumbó y recién se levantaba. Ya tranquilizado, nos contó que había comprado su auto unos días atrás, un Jetta negro de lujo, del año, y que había hablado por teléfono con su mamá para notificarle la hora en que pasaría por ella para ir por su hermana que se encontraba estudiando un diplomado.
Su mamá había estado atenta para escuchar a su hijo cuando pasara por ella y desafortunadamente alcanzó a ver cómo le quitaban el auto, lo cual le produjo un gran susto, muy peligroso, para la edad que tiene.
Además del costo del auto, la víctima lamenta el costo de su computadora personal y demás valores que traía en el vehículo; sin embargo, quizá como consuelo, comentó que «él también les había dado un par de golpes».
Lo que más me llamó la atención del caso es que los ladrones seguramente ya tenían bien definido su objetivo y de algún modo se había filtrado la información de que a esa hora iba a pasar por ahí la víctima; además de que los ladrones sabían que la víctima estaba estrenando auto.
Sin duda, existió previamente fuga de información personal, la cual pudo haber salido por diversas vías, entre las cuales podemos suponer las siguientes:
1. Posiblemente la mamá o algún familiar comentó la adquisición del nuevo auto, a susvecinos o amigos en algún lugar público, como son los centros comerciales, restaurantes, etc., sin importar que alguien más los escuchaba; tal vez por presuntuosidad o por descuido.
2. Quizá la información se filtró por teléfono celular al hablar en voz demasiado alta y dando más detalles de los estrictamente necesarios, o tal vez por mantener una «pose», o debido a que por la falta de tiempo, la gente se ve obligada a arreglar sus asuntos personales en reuniones o lugares públicos.
3. Pudiera ser, también, que algún vecino indiscreto lo difundió ampliamente sin valorar las consecuencias que esto podría tener.
4. O bien, no se tuvo cuidado al seleccionar a los empleados domésticos o personas que brindan servicios dentro de los hogares como técnicos en refrigeración, electricistas, carpinteros, plomeros, jardineros, etc. y se comentó información importante delante de ellos.
Por lo que a mí corresponde, este hecho me obligó a hacer las siguientes reflexiones que considero prudente compartir con ustedes.
Cuando compre casa o departamento, valore la zona; muchas veces encontramos casas más baratas en zonas de alto riesgo, que departamentos en lugares residenciales seguros. Si le es posible dé prioridad a la seguridad.
Nunca oponga resistencia a los ladrones, mucho menos si lo superan en número; considere que pueden ser ladrones profesionales que están dispuestos a correr todos los riesgos de su oficio; es decir, que estén armados y preparados para el homicidio si es necesario.
Tal vez llegue el día en que pueda comprar el auto de lujo que desea y pueda lucirlo por la ciudad sin ningún riesgo, pero desafortunadamente, estos no son los tiempos propicios, lo cual nos obliga a ser más modestos en nuestras presunciones.
Nunca lleve en su auto demasiadas cosas de valor, sobre todos si no le son indispensables.
Cuando hable por teléfono, tenga cuidado con lo que dice, cómo lo dice y en dónde lo dice. De preferencia, establezca un código que sólo entiendan los miembros de su familia y use contraseñas o palabras clave para identificar a su interlocutor.
Instruya a los miembros de su familia sobre la importancia que tiene para la seguridad familiar la discreción al manejar información, ya sea personal o familiar, sobre todo la financiera. Recomiende, principalmente a los jóvenes, que no sean presuntuosos, ya que es común que no sólo difundan información financiera sino que además la exageren y eso podría provocar no sólo un robo sino hasta un secuestro; si le es necesario dar información personal, cerciórese que nadie más la escuche y si la tiene que escribir, no la deje al alcance de terceros.
El hecho de que el crimen, aun el no organizado opere con alto grado de especialización y certeza, nos obliga a tomar medidas urgentes para garantizar el bienestar familiar. Afortunadamente, en el caso que comentamos, sólo se trató de un robo, pero pudo haberse tratado de un problema mucho peor como el homicidio, el secuestro o, como en otros casos, la violación.

Demos prioridad a la seguridad en cada cosa que hagamos, lo primero es la vida, lo demás es secundario.


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